lunes, 7 de octubre de 2013

El vino en Gonzalo de Berceo



La fuente empleada por Berceo, la Vita Beati Dominici de Grimaldo, refiere como el santo vio un río, un "flumen", en el cual confluían otros dos, uno blanco como cristal, el otro rojo como la sangre, con un puente en la confluencia. Es interesante notar que la abadía de Silos está situada en la ribera de un río, formado por otros dos que confluyen, corriente arriba del monasterio, cerca de un puente. Uno de los dos ríos viene de hacia Carazo..., llamado el Ura o Mataviejas, cuya madre está cubierta de rocas grisáceas y blanquecinas. El otro, el río del Santo, sale por una garganta estrecha en las rocas del valle donde nace. El suelo de este valle es muy arenoso, dando un color rojizo a la madre del río del Santo. O sea, que la visión del santo corresponde detalladamente a las inmediaciones del monasterio de Silos, un detalle de gran interés psicológico. Sin embargo, cuando Berceo viene a describir estos dos ríos en su versión de la visión del santo, dice en la copla 230:

blanco era el uno como piedras cristales,
el otro plus bermejo que vino de parrales.

Grimaldo había comparado el color del río rojo con la sangre, pero Berceo emplea como símil vino tinto "de parrales". Ahora bien, me parece que debemos leer "Parrales" con mayúscula. En los documentos de Silos que publicó Férotin (Recueil des Charles de Silos, París, 1897) encontramos "Parrale nostri monasterii" (núm. 107, año 1224) y "los Parrales de vuestro monasterio" (núm. 121, año 1234). En ambos casos Férotin imprime el nombre con mayúscula, porque hay en efecto un campo vecino al monasterio que se llama aún hoy día "los Parrales", aunque ya faltan por completo las parras.
Con lo cual podemos afirmar que Berceo había estado en Silos, y que el recuerdo vivo del monasterio de Silos y sus contornos le hacen cambiar la imagen empleada por Grimaldo en este "plus bermejo que vino de Parrales" más vivo, más íntimo y más encantador.

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