jueves, 31 de octubre de 2013

El Siglo de Oro

El Madrid del Capitán Alatriste


El Barquito de papel

EL BARQUITO DE PAPEL
Amado Nervo

Con la mitad de un periódico
hice un barco de papel,
en la puerta de mi casa
le hice navegar muy bien.

Mi hermana, con su abanico
sopla y sopla sobre él.
¡Buen viaje, muy buen viaje,
barquichuelo de papel!

Vídeo sobre la obra del "Sí de las niñas" de Leandro Fernández de Moratín


Las 100 mejores obras de la Literatura Universal

01 -  100 años de soledad / Gabriel García Marquez
02 -  Don Quijote de la Mancha / Miguel de Cervantes Saavedra
03 -  Romeo y Julieta / William Shakespeare
04 -  Crimen y castigo / Fiódor Dostoyeski
05 -  Los Miserables / Victor Hugo
06 -  En busca del tiempo perdido / Marcel Proust
07 -  Grandes esperanzas / Charles Dicken
08 -  La Divina Comedia / Dante
09 -  1984 / George Orwell
10 -  A sangre fria / Truman Cazpote
11 -  Ulises / James Joyce
12 -  Decamerón – Giovanni Boccaccio
13 -  El tambor de hojalata / Günter Grass
14 -  Guerra y Paz / León Tolstoi
15 -  El Lobo estepario / Herman Hesse
16 –  Lo que el viento se llevó / Margaret Mitchell
17 –  Middlemarch / George Eliot
18 –  El gran Gatsby / Scott Fitzgerald
19 –  Todo se desmorona / Chinua Achebe
20 –  Beloved / Toni Morrison
21 -  Las uvas de Ira / John Steinbeck
22 –  Hijos de la medianoche / Salman Rushdie
23 –  Un mundo feliz / Aldous Huxley
24 –  Mrs. Dalloway / Virginia Woolf
25 –  Hijo nativo / Richard Wright
26 –  El sonido y la furia / William Faulkner
27 –  El origen de las especies / Charles Darwin
28 –  La iliada y la Odisea / Homero
29 –  Catch 22 / Joseph Heller
30 –  El capital / Kart Marx
31 –  El príncipe / Maquiavelo
32 –  Las confesiones de San Agustín
33 –  Leviathan / Thomas Hobbes
34 –  Historia de la guerra del Peloponeso / Tucídides
35 –  El señor de los anillos / J. R. R. Tolkien
36 –  Winnie-the-Pooh A. A. Milne
37 –  Las crónicas de Narnia / C. S. Lewis
38 –  Pasaje a la India / E. M. Forster
39 –  En el camino / Jack Kerouac
40 –  Matar a un ruiseñor / Harper Lee
41 –  La Biblia
42 –  Orgullo y prejuicio / Jane Austen
43 –  El contrato social / Jean-Jacques Rousseau
44 –  Las almas de la gente negra / W. E. B. Du Bois
45 –  Ancho mar de los Sargazos / Jean Rhys
46 –  Madame Bovary / Gustave Flaubert
47 –  Paraíso perdido / John Milton
48 –  Anna Karenina / Leon Tolstoi
49 –  Hamlet / William Shakespeare
50 –  El rey Lear / William Shakespeare
51 -  El guardián entre el centeno / J. D. Salinger
52 –  La naranja mecánica / Anthony Burgués
53 -  Los viajes de Gulliver / Jonathan Swift
54 –  Las aventuras de Huckleberry Finn / Mark Twain
55 –  Kim / Rudyard Kipling
56 –  Frankenstein / Mary Shelley
57 –  La canción de Solomon / Toni Morrison
58 –  Alguien voló sobre el nido del cuco / Ken Kesey
59 –  Por quien doblan las campanas / Hernest Hemingway
60 –  Matadero 5 / Kurt Vonnegut
61 –  Rebelión en la granja / George Orwell
62 –  El señor de las moscas / William Holding
63 –  Al faro / Virginia Woolf
64 –  El cuaderno dorado / Doris Lessing
65 –  Lolita / Vladimir Nabokov
66 –  El sueño eterno / Raymond Chandler
67 –  Mientras agonizo / William Faulkner
68 –  Fiesta / Ernest Hemingway
69 –  Yo / Claudio / Robert Graves
70 –  El corazón es un cazador solitario / Carson McCullers
71 –  Hijos y amantes / D. H. Lawrence
72 –  Todos los hombres del rey / Robert Penn Warren
73 –  Ve y dilo en la montaña James Baldwin
74 –  La Telaraña de Charlotte / E. B. White
75 –  El corazón de las tinieblas / Joseph Conrad
76 –  Noche / Elie Wiesel
77 –  Luz de agosto / William Faulkner
78 –  La edad de la inocencia / Edith Wharton
79 –  El mal de Portnoy / P. Roth
80 -  Cuentos de Canterbury / Geoffrey Chaucer
81 –  El día de la langosta / Nathanael West
82 –  Trópico de cáncer / Henry Miller
83 –  El halcón maltés / Dashiell Ahmet
84 –  El hombre invisible / Ralph Ellison
85 –  La Muerte del Arzobispo / Willa Cather
86 –  La interpretación de los sueños / S. Freud
87 –  La educación de Henry Adams / Henry Adams
88 –  Pensamiento de Mao Zedong / Mao Zedong
89 –  Psicología de la religión / William James
90 –  Retorno a Brideshead / Evelyn Waugh
91 –  Primavera silenciosa / Rachel Carson
92 –  Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero / John Maynard Keynes
93 –  Lord Jim / Joseph Conrad
94 –  Adiós a todo eso / Robert Graves
95 –  La sociedad opulenta / John Kenneth Galbraith
96 –  El viento en los sauces / Kenneth Grahame
97 –  La autobiografía de Malcom X / Alex Haley y Malcolm X
98 –  Los victorianos eminentes / Lytton Strachey
99 –  El color púrpura / Alice Walter
100 –  La segunda Guerra Mundial / Winston Churchill

Hallada la caligrafía del autor de "La Celestina"

Hasta ahora no se conservaba ninguna muestra autógrafa de Fernando de Rojas.

El Catedrático de Literatura Española de la Universidad Complutense de Madrid, Víctor Infantes, especialista en la Cultura de los Siglos de Oro, ha hallado en una biblioteca privada, por primera vez, la caligrafía de Fernando de Rojas, supuesto autor de 'La Celestina'. Este descubrimiento aparece en un libro de derecho proveniente, sin ninguna duda, de la biblioteca del escritor.
"Se trata de un breve impreso legislativo titulado 'Las Cortes de Toledo. Del año de mil y quinientos y veynte y cinco años', impreso en Burgos en 1526, cuya posesión en manos de un abogado como era Fernando de Rojas se relaciona temáticamente con los otros volúmenes de Derecho que poseía", señaló Infantes en una entrevista.
En algunas de sus 22 hojas, sin encuadernar, se encuentran diferentes anotaciones manuscritas en los márgenes, que este experto atribuye, "con fiabilidad altísima", a Fernando de Rojas. "Dado que no se conserva ninguna muestra de escritura ni siquiera una firma del controvertido autor de La Celestina, la aparición ahora de este ejemplar de su biblioteca, que milagrosamente ha logrado sobrevivir hasta nuestros días, da testimonio de la letra de su propietario, recuperando así la desconocida caligrafía de uno de los autores más relevantes de nuestra literatura", indicó el profesor Infantes.
Texto "cercano" a Rojas
Este hallazgo (dado a conocer por el propio Infantes en la revista Celestinesca) aparece justo después de que estos días se haya hecho público el descubrimiento de la cédula de publicación de El Quijote, de Cervantes, por parte del profesor Fernando Bouza.
El descubrimiento ha sido posible gracias a la extensa investigación en torno a Rojas que Víctor Infantes ha abordado a través del estudio del Inventario de sus libros, realizado a su muerte en Talavera de la Reina en 1541 y al que ya dedicó una extensa investigación en 1998, logrando ahora identificar uno de los volúmenes pertenecientes a la biblioteca personal del escritor.
Según recordó el profesor Infantes, Rojas tenía dos grupos de libros: los de literatura y los de derecho, unos cuarenta de cada grupo. Los primeros se los dejó a su mujer y los segundos a su hijo, también abogado. Este libro de derecho de su biblioteca hallado ahora era "un texto muy cercano a él, un libro que cuando salió tenían todos los abogados y que significaba en aquella época algo parecido a lo que hoy es el BOE", manifestó.
Autoría de La Celestina
El profesor Víctor Infantes ha publicado también recientemente un documentado estudio bibliográfico sobre las primeras ediciones de La Celestina y él es de la opinión de que este Fernando de Rojas no fue realmente el autor de la citada obra.
"De Fernando de Rojas sabemos bastantes cosas: que estudió en Salamanca, que fue abogado, alcalde de Talavera, que al morir tenía una pequeña fortuna, su inventario, los cargos que ocupó... Pero eso no implica que escribiera La Celestina. Nada le vincula con este texto", dijo.
"El acróstico famoso que viene en este libro que dice: 'El bachiller Fernando de Rojas, natural de la Puebla de Montalbán...', puede ser incluso una broma. Además, se supone que alguien que ha escrito 'La Celestina' ha tenido que leer una serie de cosas y ninguna de ellas se encuentran en su biblioteca. Quizás no sea este Fernando de Rojas. Yo diría que hay dudas razonables. Además, ni siquiera tenía un solo ejemplar de 'La Celestina' y esto llama mucho la atención porque cuando murió Rojas en 1541 había 32 ediciones de esta obra. Lo lógico, si era el autor, es que, al menos, tuviera una. Pero no es así", señaló.
"Por eso yo sugiero que este Fernando de Rojas no tiene nada que ver con otro que hay también del mismo nombre y de Toledo, si es que este otro es igualmente el autor. No hay dato documental que lo atestigüe. Por lo tanto las opciones son varias: que no sea ningún Fernando de Rojas o que sea alguno de ellos", concluyó el profesor recordando que éste es "uno de los grandes enigmas de la literatura española".

De Halloween al Purgatorio

El concepto de purgatorio no se desarrolló plenamente ni fue aceptado de un modo oficial por la Iglesia hasta finales del siglo XII. Los textos que servían de fuente a Berceo pertenecían a una tradición anterior, y por tanto no pueden reflejar este concepto con claridad. No obstante, en Berceo la idea aparece más nítida; en el verso 241b, el narrador nos cuenta que el alma del cardenal Pedro fue “alos purgatorios”, mientras que los textos latinos dicen “in poenas purgatorias” (Dutton, ed. Milagros 101; Pez 13). La diferencia estriba en que Berceo ya lo define como lugar, y no como estado, como hace el texto latino. El desarrollo de la idea de purgatorio fue lento. Agustín de Hipona, cuya enseñanza es una de las bases del pensamiento medieval, aceptó la idea de un fuego purgatorio, y su autoridad hizo que el fuego fuera no de sus elementos característicos. Este fuego estaba reservado solo para purificar las almas de unos pocos hombres, y solo de pecados veniales. Gregorio Magno afirmaba que las oraciones de los vivos servían para mejorar la situación de las almas en pena. Para este papa, el lugar de expiación se encontraba en este mundo, y las almas volvían al lugar donde habían pecado para purificarse. Isidoro de Sevilla, apoyándose en Agustín enseñaba que los pecados de algunos serían purgados por el fuego, sin referirse a un lugar específico. Fue a principios del siglo XI cuando comenzó a aceptarse la idea de un lugar de expiación de los pecados cometidos en vida. En este siglo, los monjes cistercienses empezaron a celebrar la fiesta de los Fieles Difuntos, marcando así con fuerza la idea de que entre vivos y muertos existía una conexión, y de que por medio de la intercesión de los vivos se obtiene el perdón de los pecados de los difuntos. Por otra parte, Bernardo de Claraval afirmaba que existían lugares de purgación en donde se expiaban los pecados antes de entrar en la gloria eterna. Pero en quien mejor se percibe este cambio de concepto es en Pedro Comestor, uno de los teólogos más importantes de la escuela de Notre-Dame, quien antes de 1170 usaba la expresión “fuego purgatorio”, mientras que entre esta fecha y 1179 usaba solamente “purgatorio”. Fue el papa Inocencio III (1198-1216) el que, en un sermón para el día de Todos los Santos, utilizó varias veces la palabra purgatorio al referirse a los tipos de iglesia que existían, dejando sentada la cuestión. San Agustín había dividido la iglesia en dos, la peregrinante y la celestial; Pedro Comestor, en triunfante y militante. A estas dos categorías Inocencio III añadió la de iglesia del purgatorio. En el segundo concilio de Lyon (1274) el purgatorio fue finalmente institucionalizado. Nuestro clérigo riojano está, pues muy cerca ya del concepto final. El purgatorio, pues, a diferencia del cielo y el infierno, se concibe tanto como un lugar de tránsito, compartiendo esta característica con el mundo terrenal, como de cautiverio, lo que lo iguala al infierno.

La “tierra de nadie” es donde el alma en tránsito, esto es, fuera ya del cuerpo en donde se alojaba, espera ser llevada a su destino final (241d); este lugar se describe como un camino, o en palabras de Berceo, “carrera” (198c); allí los diablos se apoderan de las almas que creen poseer por derecho, es decir, porque han muerto en pecado y según las reglas les pertenecen (85b-d, 163d, 197, 273), allí también los santos atormentan a los que en vida los ofendieron, antes de dejarlos en manos de los diablos (242-243); los ángeles descienden también a este lugar para recoger las almas destinadas al cielo o para disputárselas a los diablos (86, 274). A veces, es un santo quien se enfrenta a la mesnada de diablos que se llevan el alma cautiva camino del infierno para detenerlos, pues no están obrando en derecho (173, 198). Esta tierra de nadie queda plasmada en la obra con las características muy similares a las de los territorios fronterizos que existían entre los reinos cristianos y los musulmanes de la época, lugares que permanecían desiertos, sobre todo al principio de la reconquista. Allí el caminante indefenso estaba expuesto a toda serie de peligros por parte de las bandas de guerreros que salían de sus reinos a devastar las tierras enemigas. Gonzalo de Berceo nos ofrece una descripción de estas tierras en la Vida de Santo Domingo de Silos:

Eran en essi tiempo los moros muy vezinos
non osavan los omes andar por los caminos,
davan las cosas malas salto a los matinos,
llevavan cruamientre en soga los mesquinos (353)

Andando por los yermos, por tierra vazía,
por do Dios lo güiava, sin otra compañía,
todo desbaratado, con pobre almexía,
arribó en Toledo en el dozeno día (728).
[...]

IMAGINARIO COLECTIVO Y SISTEMA FEUDAL
EN GONZALO DE BERCEO

JUAN JOSÉ PRAT FERRER
Universidad SEK, Segovia

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Patinir, Joachim
El paso de la laguna Estigia (detalle en fb)
1520 - 1524
Óleo
Tabla
Medidas 64 cm x 103 cm
Escuela Flamenca
Expuesto en el Museo del Prado

Esta pintura de Patinir destaca por su originalidad y su composición, distinta a la habitual, formada por planos paralelos escalonados. Favorecido por el formato apaisado de la tabla, el autor divide verticalmente el espacio en tres zonas, una a cada lado del ancho río, en el que Caronte navega en su barca con un alma.Tomando como fuente de inspiración las representaciones anteriores del Paraíso o del Purgatorio del Bosco, decisivas en su proceso y creación final, Patinir reúne en una única composición imágenes bíblicas junto a otras del mundo grecorromano. El ángel situado en un promontorio, los otros dos, no lejos de éste, que acompañan a las almas, y algunos más, junto con otras almas minúsculas, al fondo, permiten conocer a la izquierda el Paraíso cristiano. Por el contrario, el Cancerbero parece identificar el Infierno representado a la derecha con Hades, asociándolo con la mitología griega, lo mismo que Caronte con su barca. Patinir sitúa la escena en el momento en que Caronte ha llegado al lugar en que se abre un canal a cada lado de la Estigia, momento de la decisión final, cuando el alma a la que conduce tiene que optar por uno de los dos caminos. Debe conocer la diferencia entre el camino difícil, señalado por el ángel desde el promontorio, que lleva a la salvación, al Paraíso, y el fácil, con prados y árboles frutales a la orilla, que se estrecha al pasar la curvatura oculta por los árboles y conduce directamente a la condenación, al Infierno. El modo en que Patinir representa el alma, de estricto perfil, con el rostro y el cuerpo girado en dirección al camino fácil, que lleva a la perdición, confirma que ya ha hecho su elección y que esa es la vía que va a seguir.A fines de la Edad Media existía toda una serie de metáforas para expresar esta idea, tanto bíblica como clásica. De todas ellas, Patinir parece haberse inspirado en el Evangelio de San Mateo. No hay duda de que refleja en esta obra el pesimismo de una época tan turbulenta como la que le tocó vivir, en plena Reforma protestante. Al llevar a cabo esta obra, Patinir la convierte en un memento mori, en un recordatorio, a quien la contemple, para que quede avisado de que es preciso prepararse para este momento e, imitando a Cristo, seguir el camino difícil, sin hacer caso de los falsos paraísos y tentaciones engañosas (Texto extractado de Silva Maroto, P., en: Patinir, Museo Nacional del Prado, 2007, pp. 150-163).


¡Habrá poesía!

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

Gustavo Adolfo Bécquer

La historia de la loca del Muelle de San Blas (México). Cuando la vida real se convierte en una canción.

Hola, amigos y seguidores. Aquí os dejo una historia que muchos ya conoceréis. Se trata de la historia de Rebeca. Es un verdadero ejemplo de cuando la vida real se llega a convertir en arte, en música o literatura. Es una de las historias de amor más bonitas que conozco. Espero que disfrutéis conociendo su historia.
Hasta pronto.

LA HISTORIA DE REBECA: LA LOCA DE SAN BLAS La canción de Maná, "El muelle de San Blas", era de una historia real. Este fin de semana tuvo su final con la muerte de su protagonista, Rebeca Méndez Jiménez, una mujer de 63 años que desde 1971esperaba en el puerto el regreso de su novio, un joven que salió a pescar y jamás regresó. La mujer fue homenajeada por los pobladores de Puerto Vallarta, donde se convirtió en un símbolo por la espera de su amor. Fueron más de 41 años que esperó a su amado Manuel, quien salió de pesca. Sin embargo, quedó atrapado por un huracán que azotó el mar. Nunca más se supo de él y tampoco se encontró su cuerpo. Estaban a una semana de casarse. El golpe fue tan fuerte para Rebeca que desde el día que desapareció Manuel, lo esperó con su traje blanco. Bien fina ella. Con esa elegancia vendió dulce a los turistas en el Muelle de San Blas. Allí fue que el líder de la banda, Fher, la conoció en la década de los noventa. Se interesó por su historia y la convirtió en una de las más hermosas canciones de Maná. El cuerpo de Rebeca fue cremado y sus cenizas arrojadas al mar en búsqueda de su gran amor por las autoridades de Puerto Vallarta, quienes piensan levantar un monumento donde la mujer esperaba a su amado con el fin de recordar por siempre esta maravillosa historia.

 
 

sábado, 26 de octubre de 2013

Los epitafios más famosos.



“Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien”.  Molière.

"Si queréis los mayores elogios, moríos”.  Enrique Jardiel Poncela.

“Ya decía yo que ese médico no valía mucho”.  Miguel Mihura.

“Si no viví más, fue por que no me dio tiempo”.  Marqués de Sade.
“Parece que se ha ido, pero no se ha ido”. Cantinflas.

“Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo”.Miguel de Unamuno.
“Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga”.  Johann Sebastián Bach.

“Al morir échenme a los lobos. Ya estoy acostumbrado”.  Diógenes.
“Espero que Cristo cumpla su palabra”.  Miguel Delibes.

“He representado bien mi papel. Despedidme pues de la escena, amigos, con vuestros aplausos”.  Cayo Julio César Octaviano Augusto.

“Ningún amigo me ha hecho favores, ningún enemigo me ha inferido ofensa que yo no haya devuelto con creces”.  Lucio Cornelio Sila.

“¡Qué artista muere conmigo!” Nerón.

“Aquí yace uno que fue devotamente fiel del arte y del honor. No fue gran cosa en vida y ahora no es absolutamente nada”.  Castelli.

“Aquí, Leopoldo Fregoli llevó a cabo su última transformación”. célebre transformista Leopoldo Fregoli.

“Aquí yace el pensador mexicano que hizo lo que pudo por su patria”.  José Joaquín Fernández de Lizardi.

“Quien resiste gana”.  Camilo José Cela.

“Cuando naciste reían todos y sólo tú gemías, procura que al morir sean todos los que lloren y sólo tú el que rías”. Epitafio de una tumba en el cementerio de la Almudena de Madrid.

“Aquí yace media España,
murió de la otra media”. Mariano José de Larra.

“Buen amigo, por Jesús, abstente
de cavar el polvo aquí encerrado.
Bendito sea el hombre que respete estas piedras
y maldito el que remueva mis huesos.”  Shakespeare.

"Si llamáis al doctor, ahora sí que estoy dispuesta a verle.” Emily Brontë.

"Me aburro”. Gabriele d’Annunzio.

"Me voy a dormir. Buenas noches.”Lord Byron.

"Crito, le prometí una gallina a Asclepio. ¿Te acordarás de pagarle?”. Sócrates.

"Qué mudos pasos traes, ¡oh! muerte fría, pues con callados pies todo lo igualas...."  Francisco de  Quevedo.

"Rosa, oh! pura contradicción, alegría de no ser
el sueño de nadie bajo tantos párpados..."   Rainer Maria Rilke.


"En contra tuya volaré con mi cuerpo invencible e inamovible, ¡oh muerte!..."  Virgina Woolf.



TROVADORES

TROVADORES.-
 
 

 A. Rico
Se conocen con este nombre a los poetas-músicos (hoy se llamarían cantautores) de las regiones meridionales de Francia - Provenza y Aquitania - que se expresaban en la "langue d'oc" (occitano). Esta lengua de "oc" hace referencia a la partícula afirmativa del mismo nombre y debe a los trovadores el hecho de ser una de las primeras lenguas vernáculas que llegaron a tener un estilo literario propio. En la actualidad aún se habla, ligeramente modificada, en el Languedoc, la Provence, el Limousin y la Auvergne.
Mari Carmen Gómez (2008), autoridad indiscutible en el tema presente escribe: "Se entiende por trovador todo artista de entre fines del siglo XI y fines del XIII capaz de crear la letra y música de sus canciones". Los límites cronológicos están representados por el primer trovador del que se tiene noticia, Guillem de Poitiers, duque de Aquitania (1071-1126) y por el último, Guiraut Riquier(? - 1292),que estuvo al servicio de Alfonso X "el Sabio". El vocablo trovador se deriva del occitano "trobar" , que significa saber encontrar "sons e motz" (sones y palabras), etimología que expresa muy bien el trabajo de estos poetas-músicos descubridores de nuevas maneras de expresar las emociones humanas por medio del canto. Según Zuchetto (1999), los trovadores recorrían una buena parte de Europa: Francia, España (Cataluña y Aragón), Portugal, norte de Italia, Sicilia, Cerdeña, Malta, Alemania y Hungría, llegando hasta Oriente Medio.

Los primeros modelos musicales de los trovadores parecen haber sido los "versus" de la escuela limusiña, piezas independientes de la liturgia que componían los monjes de San Marcial de Limoges para aumentar la piedad de los fieles. Más tarde, el lenguaje musical de los trovadores fue adquiriendo flexibilidad al enriquecer sus posibilidades de acuerdo con el texto poético correspondiente. Dentro de su repertorio cabe distinguir dos tipos de canciones:
a) Líricas, expresión de un modo personal e íntimo. Este tipo está representado, casi exclusivamente, por la "cansó" , canción de temática amorosa en la que se refleja la teoría y práctica del "amour courtois", donde, bajo la influencia del culto mariano, se asiste a la sublimación de la mujer y de las virtudes femeninas. El amor ideal se encuentra siempre fuera del matrimonio, pues éste significa sólo la unión de los cuerpos, mientras que el "amor" , considerado como Eros supremo, es el impulso del alma hacia la unión luminosa, más allá de todo amor posible en esta vida. Por eso el amor supone castidad: "E d'a mou castitaz ", canta el trovador tolosano Guïlhem Monhagol. Este tipo de amor incluye también un ritual: el "domnei" o "domnoi" , vasallaje amoroso mediante el cual el poeta gana a su dama por la belleza de su homenaje musical y le jura eterna fidelidad, como hacían los vasallos a su señor y soberano. En prenda de amor, la dama daba a su paladín un anillo de oro y un beso en la frente. En adelante, los amantes estaban vinculados por las leyes de la "cortezía": el secreto, la paciencia y la mesura, que no son virtudes sinónimas de castidad, sino de moderación. Así, el hombre se declara "sirviente" de la mujer. Este culto a la mujer fue decisivo para el enriquecimiento del lenguaje musical. Mientras la música eclesiástica se debía a la austeridad y gravedad de sus motivos generadores ignorando el elemento femenino, el arte de los trovadores incorporó a su discurso notas de dulzura, gracia, ternura y delicadeza, que no perdieron nunca.
b) narrativas, expresión de sucesos impersonales, reales o imaginarios. En el grupo de canciones narrativas hay que incluir:
- el sirventés, poema de circunstancias y de crítica social.
- el planti, deploración fúnebre, derivada del "planctus"
- la tensó, canción en forma de debate.
- la cansó de cruzada, invitación a participar en la "guerra santa".
Las características que hemos descrito anteriormente no fueron invariables; a veces, la pasión amorosa se expresaba con una ambigüedad consciente en términos de un erotismo descarnado. Así, nos encontramos temas como la inocencia de las primeras emociones apasionadas e historias detalladas en torno a la seducción física. Este aspecto erótico de la lírica occitana cuenta con un ilustre precedente: Pierre Abelard (Abelardo) (1079-1142), clérigo, poeta y compositor francés que llegó a ser abad del monasterio bretón de Saint Gildes-en-Ruys y autor de un "Himnario" - cuyas melodías no han podido ser interpretadas a causa de la confusa notación empleada - y de muchas canciones dedicadas a su amada Eloísa que, desgraciadamente, se han perdido. Por otra parte, junto a trovadores de gusto refinado, que fueron la gran mayoría, hubo otros cuyo lenguaje resulta provocativo. Casos como el de dos autores anónimos de un manuscrito encontrado en San Juan de las Abadesas, si no son excepcionales, al menos sí llaman la atención. En el relato de uno de ellos se glosa el abandono de una mujer por parte de su pareja para marcharse con una "joveneta"; la otra historia describe una orgía sexual en un monasterio masculino.
Pero, sin duda, lo más socialmente llamativo del movimiento trovadoresco fue una nueva consideración de la mujer. Y es que en unos pocos años nace una visión de la mujer contraria a las costumbres tradicionales; se ve elevada por encima del hombre, en cuyo ideal nostálgico se convierte (Rougemont, 1956). Ahora bien, ese nuevo concepto,¿surge de una inspiración colectiva repentina? Es difícil de aceptar y, además, en cualquier caso, ¿por qué apareció en un momento histórico concreto y en una zona geográfica determinada? Una hipótesis sería pensar en una causa histórica precisa. En ese caso, ¿cuál sería esa causa? y ¿por qué continúa oscura hoy?.
Se han propuesto varias ideas: En primer lugar, la poesía provenzal parece en contradicción absoluta con las condiciones en que nació. No refleja en modo alguno la realidad, puesto que la situación de la mujer en las instituciones feudales del sur de Francia no era menos secundaria y dependiente que en otras -áreas de Europa (Jeanroy, 1924 y 1934). Este autor relacionó el origen de la retórica cortés con el misticismo de ciertos autores árabes. Hubo algunos investigadores que descubrieron semejanzas entre la lírica árabe y la provenzal y otros llegaron a opinar que la poesía latina de los siglos XI Y XII podía haber proporcionado modelos, argumento dudoso ya que los trovadores, incluso los nobles, carecían de la formación cultural necesaria. Hace exactamente un siglo (1909), Wechssler apuntó posibles influencias neoplatónicas.
A pesar de todo, debemos de confesar que, hasta hoy, no se ha formulado una hipótesis absolutamente convincente que explique la aparición del arte trovadoresco. Denis de Rougemont, en su obra "L'amour et l'Occident" (1956), destaca un hecho histórico que apareció en Provenza durante el siglo XII: la herejía cátara, que representó para la Iglesia un peligro tan grave como el arrianismo; sabemos que tuvo millares de fieles secretos hasta, por lo menos, laReforma protestante del siglo XVI y ello a pesar de la sangrienta cruzada de exterminio emprendida en el siglo XIII por el papa Inocencio III y el rey de Francia. En realidad, fue un problema religioso que se convirtió en pretexto político (Mestre, 1998). La historia fue la siguiente: Felipe Augusto II, hijo de Luis VII, y el papa Inocencio III (1198-1216) acordaron desencadenar una cruzada doméstica para anexionar Aquitania a Francia y, de paso, aplastar "piadosamente" la herejía albigense. En el mismo año (1244), los cristianos perdieron Jerusalén y los ejércitos francos rindieron Montsegur, último reducto cátaro. En 1271, Occitania pasó a formar parte de la corona de Francia.
Hoy se cree que el origen de la herejía albigense puede situarse en las sectas neomaniqueas de Asia Menor, en la iglesia bogomilista de Dalmacia y Bulgaria (pope Bogomil, siglo X) y en las grandes corrientes gnósticas, a su vez muy influídas por las doctrinas dualistas de Mani. En realidad, la religión cátara se ha desconocido hasta bien entrado el siglo XX, ya que la Inquisición tuvo buen cuidado de destruir todos los tratados doctrinales y libros de culto de los herejes. Ahora bien, ¿se debe considerar a los trovadores, creyentes de la iglesia cátara y, por tanto, reos de herejía? No disponemós de pruebas suficientes, pero hay que reconocer que esta tesis fue presentada ya en 1934, por Otto Rahn.
La nómina de trovadores es muy extensa, por lo que sólo citaremos los más importantes:
- Guillermo IX de Aquitania (1071-1127).
- Bernat de Ventadorn (?-1194), oriundo del Limousin, de linaje pobre, pues era panadero del castillo de Ventadorn. Compuso bellísimas canciones en las que declaraba su amor a la vizcondesa; lógicamente, tuvo que emigrar.
- Folguet de Marselha (1160-1230), hijo de un mercader genovés llamado Anfós. Se enamoró de la esposa de su señor de Marsella, que murió sin consentir en otorgarle ningún favor amoroso. Luego, ingresó en la orden del Císter con su mujer y sus dos hijos, fue abad y, finalmente, obispo de Tolosa.
- Guilhem de Cabastanh, caballero del Rosellón, que fue muerto por el esposo de su amada.
- Peire Vidal (1180-1205).
- Arnaut Daniel (1180-1200).
- Raimbaut de Vaqueiras (1180-1205).
- Gaucelm de Faichit (1170-1205).

En los territorios de la corona de Aragón (M.C. Gómez, 2008) destacan tres trovadores:
- Berenguer de Palou, del que se conocen 12 poemas, 8 de ellos con se correspondiente melodía. Era catalán del Rosellón y trovó canciones a su amada Ermesen de Avignon.
- Raimon de Miraval, natural de Cascasonne, del que se conocen 22 canciones completamente musicadas.
- Guiraut de Riguier (1230-1300), del que se conoce su obra poética íntegra: un centenar de poemas.

sábado, 19 de octubre de 2013

El español es el segundo idioma que más cantidad de personas hablan en el mundo

Con cerca de 500 millones de personas que lo hablan, el español es la segunda lengua del mundo, solo por detrás del chino, tras una expansión vertiginosa en los últimos años, según surge de los primeros estudios que se dan a conocer en el marco del VI Congreso Internacional de la Lengua Española, que se iniciará mañana en la ciudad de Panamá, en cuyo desarrollo se abordará el pasado, presente y futuro del libro, así como los desafíos que enfrenta el idioma.
La cita en la pujante metrópoli a orillas del Pacífico tendrá una inauguración de alto vuelo con el premio Nobel de literatura 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, junto al escritor nicaragüense Sergio Ramírez. Asimismo será protagonista la Real Academia Española (RAE), que celebrará sus 300 años velando por el correcto uso de la lengua.
El VI Congreso, bajo el lema "El español en el libro: del Atlántico al Mar del Sur", convocará hasta el miércoles próximo a más de 200 académicos, escritores, directores de bibliotecas nacionales, editores y otros profesionales vinculados con la lengua de Cervantes.
Avance vertiginoso. El idioma español, hace seis años, ocupaba aún el cuarto puesto de las más habladas del mundo. Y ahora mismo se sitúa por delante del inglés. Además, 18 millones de personas lo estudian en el mundo como lengua extranjera.
En internet, donde es la tercera lengua más usada, registró un notable aumento en la última década. Hasta el punto de que en la red social Twitter es ya la segunda lengua más usada, tras el inglés y por delante del portugués y del japonés. En Facebook, que tiene mil millones de cuentas, 80 millones de personas se expresan en español.
Para 2030, la estimación es que el 7,5 por ciento de la población mundial sea hispanohablante. Y "en tres o cuatro generaciones, el diez por ciento de la población mundial se entenderá en español", según Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes y ex director de la Real Academia Española (RAE).
Empuje en EEUU. La lengua de Miguel de Cervantes y de Gabriel García Márquez está viviendo un importante empuje en Estados Unidos. Con unos 50 millones, es el primer país del mundo de habla no española con mayor población hispanohablante. Y no solo eso: se estima que en 2050 superará a México, el país con más hablantes de español.
Es además, con 900.000 alumnos, el idioma extranjero que más se estudia en sus universidades. "Yo he leído todas las obras de Gabriel García Márquez en inglés, mi hija las ha leído en español", decía el ex presidente Bill Clinton ya hace unos años.
Por todo esto el Instituto Cervantes, encargado de difundir el idioma y la cultura española en el mundo, acaba de abrir un observatorio para el estudio del español en la Universidad de Harvard, que quiere convertir en referencia internacional para el análisis prospectivo de la situación de la lengua en Estados Unidos.
China es otro de los países en los que el Instituto Cervantes sigue detenidamente la evolución del español. Frente a los 1.500 del año 2000, en China hay ahora 25.000 universitarios que lo estudian en las 90 universidades que lo imparten y allí ha habido que rechazar un 70 por ciento de las solicitudes de cursos de español por la escasez de profesores cualificados para impartirlos.
El gigante asiático "exporta" estudiantes a 34 universidades hispanoamericanas y 22 españolas que pueden convertirse en el futuro en los profesores de español que hacen falta en ese país.
Pero entre toda esta pasión que despierta en el mundo, se esconde aún un viejo debate sobre la adscripción geográfica de la lengua. El español nació en España, pero con una población de algo más de 47 millones, los hablantes en el país europeo suponen una pequeña parte de los de América latina, donde viven 600 millones de personas.
"El español no es solo de España. Nosotros somos solo la décima parte de los hispanohablantes y por tanto la responsabilidad de la difusión de ese patrimonio corresponde al conjunto de todos los países", señalaba hace unos meses De la Concha.
Dos años después de dejar la dirección de la RAE, donde lo sucedió José Manuel Blecua, el filólogo aterrizó en enero de 2012 en la del Instituto Cervantes, una institución que hace del español una política de Estado que no hacen los países latinoamericanos.
Desde el Cervantes, De la Concha se ha propuesto "compartir el liderazgo de la difusión del español con todos los países hispanohablantes", llevando a cabo un proceso de "iberoamericanización" a través de acuerdos con países e instituciones latinoamericanas.
Poco a poco se avanza en la superación de los viejos esquemas criticados en América latina. Hasta hace relativamente poco, por ejemplo, la RAE se resistió a superar los tiempos del "limpia, pule y da explendor" y a asumir que los españoles no marcan la pauta viva de la lengua, sino que esta es mucho más universal.
La institución, que este año cumple 300 años de vida, ha dado pasos con la publicación, por ejemplo, de la "Nueva Gramática", del "Diccionario de Americanismos" y del "Diccionario Panhispánico de dudas", obras consensuadas con la Asociación de Academias de la Lengua Española, con sede en distintos países.
Y es que a nadie se le escapa ya que la suerte del español se juega en América latina. O como decía hace un tiempo el académico español de la lengua Juan Luis Cebrián: "El castellano del siglo XXI será lo que Latinoamérica decida".

El español es el segundo idioma que más cantidad de personas hablan en el mundo

Con cerca de 500 millones de personas que lo hablan, el español es la segunda lengua del mundo, solo por detrás del chino, tras una expansión vertiginosa en los últimos años.
Con cerca de 500 millones de personas que lo hablan, el español es la segunda lengua del mundo, solo por detrás del chino, tras una expansión vertiginosa en los últimos años, según surge de los primeros estudios que se dan a conocer en el marco del VI Congreso Internacional de la Lengua Española, que se iniciará mañana en la ciudad de Panamá, en cuyo desarrollo se abordará el pasado, presente y futuro del libro, así como los desafíos que enfrenta el idioma.
La cita en la pujante metrópoli a orillas del Pacífico tendrá una inauguración de alto vuelo con el premio Nobel de literatura 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, junto al escritor nicaragüense Sergio Ramírez. Asimismo será protagonista la Real Academia Española (RAE), que celebrará sus 300 años velando por el correcto uso de la lengua.
El VI Congreso, bajo el lema "El español en el libro: del Atlántico al Mar del Sur", convocará hasta el miércoles próximo a más de 200 académicos, escritores, directores de bibliotecas nacionales, editores y otros profesionales vinculados con la lengua de Cervantes.
Avance vertiginoso. El idioma español, hace seis años, ocupaba aún el cuarto puesto de las más habladas del mundo. Y ahora mismo se sitúa por delante del inglés. Además, 18 millones de personas lo estudian en el mundo como lengua extranjera.
En internet, donde es la tercera lengua más usada, registró un notable aumento en la última década. Hasta el punto de que en la red social Twitter es ya la segunda lengua más usada, tras el inglés y por delante del portugués y del japonés. En Facebook, que tiene mil millones de cuentas, 80 millones de personas se expresan en español.
Para 2030, la estimación es que el 7,5 por ciento de la población mundial sea hispanohablante. Y "en tres o cuatro generaciones, el diez por ciento de la población mundial se entenderá en español", según Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes y ex director de la Real Academia Española (RAE).
Empuje en EEUU. La lengua de Miguel de Cervantes y de Gabriel García Márquez está viviendo un importante empuje en Estados Unidos. Con unos 50 millones, es el primer país del mundo de habla no española con mayor población hispanohablante. Y no solo eso: se estima que en 2050 superará a México, el país con más hablantes de español.
Es además, con 900.000 alumnos, el idioma extranjero que más se estudia en sus universidades. "Yo he leído todas las obras de Gabriel García Márquez en inglés, mi hija las ha leído en español", decía el ex presidente Bill Clinton ya hace unos años.
Por todo esto el Instituto Cervantes, encargado de difundir el idioma y la cultura española en el mundo, acaba de abrir un observatorio para el estudio del español en la Universidad de Harvard, que quiere convertir en referencia internacional para el análisis prospectivo de la situación de la lengua en Estados Unidos.
China es otro de los países en los que el Instituto Cervantes sigue detenidamente la evolución del español. Frente a los 1.500 del año 2000, en China hay ahora 25.000 universitarios que lo estudian en las 90 universidades que lo imparten y allí ha habido que rechazar un 70 por ciento de las solicitudes de cursos de español por la escasez de profesores cualificados para impartirlos.
El gigante asiático "exporta" estudiantes a 34 universidades hispanoamericanas y 22 españolas que pueden convertirse en el futuro en los profesores de español que hacen falta en ese país.
Pero entre toda esta pasión que despierta en el mundo, se esconde aún un viejo debate sobre la adscripción geográfica de la lengua. El español nació en España, pero con una población de algo más de 47 millones, los hablantes en el país europeo suponen una pequeña parte de los de América latina, donde viven 600 millones de personas.
"El español no es solo de España. Nosotros somos solo la décima parte de los hispanohablantes y por tanto la responsabilidad de la difusión de ese patrimonio corresponde al conjunto de todos los países", señalaba hace unos meses De la Concha.
Dos años después de dejar la dirección de la RAE, donde lo sucedió José Manuel Blecua, el filólogo aterrizó en enero de 2012 en la del Instituto Cervantes, una institución que hace del español una política de Estado que no hacen los países latinoamericanos.
Desde el Cervantes, De la Concha se ha propuesto "compartir el liderazgo de la difusión del español con todos los países hispanohablantes", llevando a cabo un proceso de "iberoamericanización" a través de acuerdos con países e instituciones latinoamericanas.
Poco a poco se avanza en la superación de los viejos esquemas criticados en América latina. Hasta hace relativamente poco, por ejemplo, la RAE se resistió a superar los tiempos del "limpia, pule y da explendor" y a asumir que los españoles no marcan la pauta viva de la lengua, sino que esta es mucho más universal.
La institución, que este año cumple 300 años de vida, ha dado pasos con la publicación, por ejemplo, de la "Nueva Gramática", del "Diccionario de Americanismos" y del "Diccionario Panhispánico de dudas", obras consensuadas con la Asociación de Academias de la Lengua Española, con sede en distintos países.
Y es que a nadie se le escapa ya que la suerte del español se juega en América latina. O como decía hace un tiempo el académico español de la lengua Juan Luis Cebrián: "El castellano del siglo XXI será lo que Latinoamérica decida".

martes, 15 de octubre de 2013

ALGUNAS NOTAS SOBRE GONZALO DE BERCEO Y SU OBRA. El MONASTERIO DE SAN MILLÁN.


      
Para situar el monasterio de San Millán de la Cogolla, lugar en que se forma Berceo y desde donde escribe sus obras, es necesario tener en cuenta que el rey de Navarra, Sancho Garcés, reconquistó Nájera y que en esta ciudad residió habitualmente. Nájera fue sede episcopal y un importante centro de cultura; por otra parte, el rey favoreció de forma especial los monasterios de su área, uno de los más favorecidos fue San Millán, que adquirió una gran riqueza e importancia; de ello nos dan testimonio, en lo cultural, los fondos bibliográficos . En lo que respecta a los dominios materiales del monasterio, recordaremos que fueron muy extensos, sobre todo gracias a donaciones reales, en especial las de García Sánchez III, el de Nájera (1035-1054), después de la reconquista de Calahorra (30-abril- 1054). Además de las donaciones, García Sánchez hizo que San Millán pasara a depender de la autoridad castellana y trasladó al monasterio el cuerpo del santo, lo que motiva las peregrinaciones de Castilla (1053) y Alava (1067). El resultado de los favores y donaciones fue que los dominios del monasterio se extendieron desde San Millán hasta Montes de Oca, zona de Obarenes, Valle de Mena, Bureba y Valle del Arlanzón, por un lado, y, por otro, desde la peña de Orduña hasta la sierra de San Antonio y alto curso del río Tirón. Los dominios llegaban hasta la ría de Guernica y el monasterio poseía pesquerías en Bermeo .
A pesar de las ayudas, el rey García, heredero de Sancho el Mayor, provocó recelos en los castellanos, recelos de los que participa el cenobio de San Millán. La causa de esta animosidad contra García es difícil de precisar, quizá los castellanos se consideraran menoscabados en el reparto de los reinos, pues no fueron heredados por el primogénito, sino por un segundón. El caso es que desde fines del XI y tras la ocupación de la Rioja por Alfonso VI, muerto ya Sancho Garcés, se advierte una creciente hostilidad contra Navarra, personificada y concretada en el de Nájera e intensificada tras la incorporación definitiva de la Rioja a Castilla en 1087; es posible que se trate de propaganda política. (Sobre la historia najerense.Nota del editor)
Un dato bien significativo a este respecto es la redacción de la Historia Silense: al narrar la muerte del monarca en Atapuerca, la atribuye a las pasiones de envidia y soberbia; explicación moral de la muerte del rey que pasa a la Historia Najerense y, de ésta, a la del Tudense y a la del Toletano, que presentan la oposición entre un Fernando I el Magno (1037-1065), "manso y humano", y el rey Sancho García, "agrio y furioso" .Lo cierto es, sin embargo, que Fernando acude al funeral de su hermano y que se devuelven predios al monasterio de San Millán . No deja de ser curioso a este respecto que ni Berceo ni su fuente latina -Grimaldo- recojan en la Vida de Santo Domingo un hecho importante: Domingo de Silos, junto con lñigo, abad de Oña, intervino en la contienda a fin de detener la lucha entre los dos hermanos.
De esta hostilidad contra García se hace cargo J. Mª. Ramos Loscertales , que estudia su reflejo en las crónicas medievales "que justifican la pérdida de Castilla, primero, la de las comarcas que en ella había poseído, después, y, finalmente, la vida" (p. 59). La animosidad contra García llega incluso a suponer que este rey había levantado una calumnia de adulterio contra su propia madre .
En cualquier caso, cuando escribe Berceo, hacía ya muchos años que San Millán -y Silos, naturalmente- estaban bajo dominio castellano. Ahora, en vida de Berceo, la frontera navarra no rebasa la orilla izquierda del Ebro, llega sólo a la altura de Laguardia. Sin embargo, los problemas del monasterio no acaban ahí, ya que el cenobio de San Millán tuvo un marcado carácter conflictivo durante toda la Edad Media: sus relaciones fueron tensas con Calahorra, con Nájera y con numerosos municipios e iglesias castellanas, fundamentalmente por motivos económicos. De aquí procede la primera falsificación de los votos, estudiada por A. Ubieto  y por el P. Luciano Serrano, que explica: "se forjó el documento por fines económicos, o sea, con el propósito de inducir a los pueblos de Castilla a satisfacer determinadas limosnas al santo con carácter obligatorio".
Si tenemos en cuenta que el río Carrión limitaba los lugares que tributaban a Santiago de los que lo hacían a San Millán, veremos que si se siguen los lugares enumerados en los Votos apenas se extienden al oriente de San Millán y sí a los situados en el área de las actuales provincias de Alava, Burgos y a los lugares próximos, como Cameros (Camberos), por ejemplo: parece que se trata de un intento de "invasión económica" en territorio controlado por Santiago.
Quizá el carácter conflictivo del cenobio de San Millán, y la necesidad de defender sus supuestos derechos históricos, sea lo que explique el tema y tratamiento de algunas obras de Berceo: nuestro autor, exceptuados los temas generales o litúrgicos, sólo trata de vidas relacionadas con los monasterios de Silos y de San Millán y ocurridas en el buen tiempo pasado, adoptando un enfoque pasadista y parenético. Por contra, a Berceo no parece interesarle, como tema literario, el tiempo presente, ya que no aparecen, ni aludidos, los grandes acontecimientos de su época: ni el hambre de 1143, ni las guerras de Andalucía, reconquista de Córdoba, batalla de las Navas, etc.. se refleja en su obra. Todo lo que no se relaciona directamente con su rincón, le es ajeno. Estas observaciones, sin embargo, no autorizan a concluir que Berceo se encuentra desligado y alejado de la realidad inmediata, pues su temática literaria, pasadista, está al servicio, no lo olvidemos, del presente: en parte al menos, el elogio nostálgico de esa edad de oro perdida, tan frecuente en todas sus obras, se revela como un medio para prestigiar, con argumentos históricos, la causa que defiende. En consecuencia, formulaciones como estas:

Ennos tiempos derechos que corrié la verdat
................................................................
vedién a sus trasnietos en la séptima edat
(Mil., 502 ad)

Facié Dios por los omnes miraculos cutiano
ca non querié ninguno mentir a su christiano
avién tiempos derechos ivierno e verano
semejava el sieglo qe todo era plano
(Mil., 503)

u otras que pudieran ser aducidas en el mismo sentido, no deben ser interpretadas como fruto de un poeta "ingenuo" ; tampoco como intento de crear una (pseudo) realidad escapista.
A propósito de lo que acabo de señalar, parece obligada la referencia a Brian Dutton. Aunque ya Tomás Antonio Sánchez se hizo eco de la opinión de algunos "críticos modernos" que veían en el tributo un engaño, y aunque A. Ubieto ha estudiado magistralmelrte el asunto, es B. Dutton quien ha sistematizado el problema de los votos y lo ha difundido. La opinión del crítico inglés es muy matizada en las conclusiones: "Lejos de sugerir que Berceo carecía de devoción sincera o que no era más que un hábil componedor de anuncios, creo que, en efecto, la Vida de San Millán es producto de una devoción hondamente sentida, pero con todo un producto motivado por consideraciones económicas y condicionado por la sociedad en que vivía, tomando una forma concreta de expresión en las dotes literarias de Berceo. Se escribió la Vida de San Millán porque todos esos factores -problemas económicos, devoción del santo, dotes literarias -estaban presentes a una misma vez. Berceo, muy devoto de su monasterio, juzgó injusta su fortuna decadente y en sus habilidades literarias descubrió una manera de contribuir algo a rectificar la situación" .
No obstante, algunos seguidores o intérpretes de Dutton presentan un Berceo encubridor de falsedades, embaucador de pobres gentes mediante la superchería de los votos. También, en mi opinión, este juicio es excesivo; hay que contemplar a Berceo y a su obra con una perspectiva histórica, y ver la relación de Berceo con su monasterio dentro de una situación que, evidentemente, no es la nuestra. En primer lugar recordaremos que con los votos falsificados no se pretende tanto explotar a las ciudades o pueblos señalados en ellos como cambiar el signo de la explotación, canalizando los tributos hacia su monasterio. Por otra parte, el cenobio de San Millán de la Cogolla, como tantos otros monasterios medievales, no es sólo un centro religioso, es un centro religioso y mucho más: es también un centro de cultura (Berceo insiste en los estudios y en los "criados"), de acciones en el plano político, social e institucional; así, cuando Berceo afirma que "es por un monasterio un regno captenido" (SD, 204 a), no parece propaganda ni hipérbole. El monasterio es un centro asistencial y al servicio de todos estos fines está su carácter económico. Entre las funciones asistenciales del monasterio habría que señalar, por ejemplo, la traditio corporis et animae, estudiada por el P. Orlandis (14) y de la que hay abundantes testimonios en este y en otros monasterios; esta institución vinculaba bienes y personas al cuidado temporal del monasterio que, a su vez, garantizaba a sus donantes el cuidado material en vida y los auxilios espirituales tras la muerte. No se puede ignorar la existencia de este tipo de prestación a la que Berceo se refiere cuando escribe que Santo Domingo "confessó a su padre fiçolo fradear" (SD, 111 a).
En este complejo sistema de vida que es el Monasterio medieval está inmerso Berceo, y parece aceptarlo con entusiasmo y naturalidad, como quien no conoce nada mejor; probablemente tiene razón. Como a cualquier otro autor, a Berceo hay que entenderlo -no se trata de juzgarlo-- de acuerdo con los valores y realidades de su tiempo.
[...]

ALGUNAS NOTAS SOBRE GONZALO DE BERCEO Y SU OBRA
Domingo Ynduráin (Catedrático de Lengua y Literatura de la Universidad Complutense)

lunes, 14 de octubre de 2013

Mocita dame el clavel, dame el clavel de tu boca, que pá eso no hay que tener mucha verguenza ni poca...

Mocita dame el clavel,
Dame el clavel de tu boca,
Que pá eso no hay que tener
Mucha vergüenza ni poca.
Yo te daré el cascabel, ...
Te lo prometo mocita,
Si tu me das esa miel
Que llevas en la boquita.

(Estribillo):
Clavelitos, clavelitos,
Clavelitos de mi corazón.
Hoy te traigo clavelitos
Colorados igual que un fresón.
Si algún día clavelitos
No lograra poderte traer,
No te creas que ya no te quiero,
Es que no te los pude coger.

Música

La tarde que a media luz
Vi tu boquita de guinda,
Yo no he visto en Sta. Cruz
Otra mocita más linda.
Y luego al ver el clavel
Que llevabas en el pelo,
Mirándolo creí ver
Un pedacito de cielo.

(Estribillo)

Tal día como hoy de 1536 falleció Garcilaso de la Vega

 En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

  y en tanto que el cabello, que en la vena     
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

  coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado      
cubra de nieve la hermosa cumbre;

  marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.

domingo, 13 de octubre de 2013

Cuando los padres envejecen.... Vídeo para reflexionar.


Puedo escribir los versos más tristes esta noche........

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda

martes, 8 de octubre de 2013

Inocentes y llorones

La inocencia fue el rasgo positivo de la infancia más reconocido, extendido y valorado durante los siglos anteriores. Aceptar la inocencia infantil suponía admitir que los pequeños no dañaban deliberadamente y estaban dotados de una pureza tal, que si morían después de su bautizo, ingresaban directa e inmediatamente en el Cielo. Era fórmula habitual consolar a los padres y madres que perdían a su fruto recordándoles que el hijito muerto se había convertido en un «angelico del Paraíso». Solía bautizarse a los niños pronto para no correr riesgos, ya que el bautismo era rito de iniciación cuya falta impedía el acceso al Reino Celestial. De ahí que esta creencia estuviera en el origen de muchas actitudes, comportamientos e incluso creaciones. Sínodos y concilios recomendaban enseñar a los laicos la fórmula del sacramento en lengua vulgar, por si no hubiera un sacerdote cerca tras un parto peligroso y de ahí también que en determinadas zonas la licencia para ejercer el oficio de partera fuera expedida por el obispado. El hecho de retardar el bautizo era entendido como un síntoma de perversidad y/o de conversión ficticia por parte de quienes habiendo renunciado al judaísmo, no se habían entregado al cristianismo de corazón y retrasaban el momento de iniciar a sus descendientes, según lo estipulado por su nueva fe.

En ocasiones la Iglesia se enfrentó al problema que se presentaba cuando la madre moría durante el parto, recomendando que se extrajera al niño del útero y si todavía alentaba vida en él, se le bautizara inmediatamente.
Las criaturas muertas antes del sacramento se convertían en seres inquietantes que no sabían en qué «lugar» ubicarse en el Más Allá, y que por eso tendían a retornar a su hogar terrestre para que sus padres les acogieran y les aliviaran de su inmensa soledad.  ¿Dónde podían ir? ¿Dónde permanecer? El Cielo estaba cerrado a cal y canto puesto que no eran cristianos, el Infierno resultaba impensable porque no conocían el pecado propio, el Purgatorio era un «territorio» de paso para cumplir condena por las faltas personales de las que ellos carecían . Sin hogar definitivo, los niños podían vagar por las capas bajas de la atmósfera, pero a nadie se le ocultaba que la franja intermedia entre el cielo y el suelo era espacio transitado por legiones de demonios que podían atemorizar a los pequeños , que volvían a casa, a veces muy enfadados con sus poco diligentes padres, cuya dejadez había generado aquella situación insoportable y desesperada. Los niños muertos sin bautizar originaban miedo y angustia y quizás en estos sentimientos haya que buscar una de las causas de la pervivencia de la costumbre, constatada arqueológicamente durante la Edad Media, de enterrar a los pequeños cadáveres dentro de la casa, para evitar temibles reincorporaciones, puesto que con este rito se demostraba fehacientemente a la criatura que era aceptada por la familia .
El Limbo de los niños no satisfizo la necesidad de alojar adecuadamente a las criaturas fallecidas sin cristianar, pues era concebido como un espacio liminal, oscuro e incómodo -un infierno atenuado- en el que los pequeños no encontraban felicidad y sosiego.
Esta búsqueda de descanso eterno para los niños muertos antes del rito bautismal y de descanso de conciencia para sus padres propició el nacimiento de una especialización muy concreta, a saber, la de templos en los que se operaba la resurrección de los pequeños durante el tiempo imprescindible para pronunciar la fórmula y realizar los gestos iniciáticos. Así mismo, desde el siglo XIV, fue frecuente encontrar a padres y madres peregrinando con los cadáveres de sus niños hasta santuarios determinados en los que poder enterrarlos cristianamente .
Entre las familias que podían permitírselo, fue bastante habitual optar por la confección de trajecitos blancos para las criaturas que iban a recibir el bautismo. Estas ropitas se elaboraban en dicho color para simbolizar la apertura y la inocencia de quienes las portaban; el blanco fue un color estrechamente vinculado a la infancia , como también lo fue en ocasiones el rojo por su cualidad preventiva y benéfica para la salud .
Inocentes, puros... los niños y niñas eran considerados en muchas ocasiones verdaderamente encantadores y se les reconocía un don especial para conmover al Padre Todopoderoso y a su Hijo . De ahí que las vocecitas infantiles se alzaran en las rogativas que las ciudades bajomedievales efectuaban para pedir que llegara o se retirara el agua, para solicitar la desaparición de plagas o enemigos, para demandar la victoria bélica o agradecer la misma ... también las voces blancas eran especialmente idóneas para interceder y cantar por los muertos .

Si hubo un crimen al que la Baja Edad Media condenó sin fisuras, este fue el de la Matanza de los Inocentes, recordado cíclicamente con una celebración anual, representado plásticamente en múltiples ocasiones, y capaz de poner en ebullición la sensibilidad de las buenas gentes. Porque para las buenas gentes el asesinato de los niños era algo abominable, intolerable. La acusación que pesa sobre los judíos de pueblo deicida y profanador de hostias, se redondea y completa añadiendo los asesinatos rituales de niños.  Períodicamente ya desde el siglo XII, se cuenta una historia estremecedora, con ligeras variaciones a lo largo y ancho de Europa: los judíos han secuestrado, torturado y matado a un niño recreando la muerte de Jesús y actualizando su Pasión. De nada sirvió la bula de oro de Federico II, de 1236, exonerando a los judíos de tan odiosa carga, porque el codificado infanticidio siguió reapareciendo y en España lo hizo con éxito al menos en dos versiones, la de Santo Dominguito de Val en Zaragoza (año 1250) y la del santo niño de La Guardia, en Toledo (año 1490) .
En 1492, el notario zaragozano Francisco Vilanova, cristiano y culto, recoge una versión de esta historia, a la que considera «acto senyalado» dentro de los grandísimos males y daños que los judíos han causado a la cristiandad:
Que tomaron ciertos judios hun nynyo de tres anyos, o poco mas, e lo levaron a unas cuevas, e lo crucifficaron como a nuestro senyor Jhesu Chisto, e le sacaron el corazón.
         El impacto que la historia tenía allí donde se narraba y el hecho de que sirviera de justificación teórica para masacres antisemitas y abundara las causas de la expulsión de los judíos de España, evidencia, entre muchísimas otras cosas, un estado anímico colectivo proclive a vibrar ante la tortura infantil.

La inocencia de los pequeños no sólo era considerada frecuentemente graciosa, sino también útil, pues además de ablandar el oído y corazón divinos, servía como garantía de limpieza de los procedimientos, de manera que en los sorteos bajomedievales, se recurría a una mano inocente, es decir, infantil, para que Dios o la Fortuna pudieran manifestar sus designios sin obstáculos humanos.
         Y sin embargo un concepto tan bien asentado como el de la inocencia de niños y niñas no carece tampoco de fisuras, no faltan quienes proyectan intenciones adultas en las manipulaciones sexuales de los pequeños y algunos autores bajomedievales, como Giovanni Dominici, abogan por la estricta separación de los sexos a partir de los tres años.  Aún más, los niños pueden en ocasiones llegar a la perversidad, como los que apedrearon a Cristo cuando subía al calvario  y aquellos otros que, siglos después, intentaron lapidar a Mahoma en su entrada a la Ciudad y que, según la Tradición, procuraron al Profeta el día más triste y amargo de su existencia.
Uno de los comportamientos que puede alertar a los adultos sobre la falta de inocencia del niño o de la niña es el llanto desmedido. Se admite, los tópicos, dichos, refranes y proverbios se encargan de recordarlo, que los niños sean llorones por definición, pero también puede creerse que si el llanto se prolonga indefinidamente y más si se presenta acompañado de gritos, sea asunto diabólico.
Sin lugar a dudas una de las pruebas de madurez personal y afectiva más severas a las que puede someterse a cualquier adulto es aceptar serenamente el lloro continuado de una criatura. Diversos factores se suman hasta hacer de él una experiencia difícilmente soportable: este llanto, cuando se alarga, se convierte en un «despertador» óptimo del propio sufrimiento acumulado, con frecuencia mantenido a raya en el inconsciente mediante un férreo sistema de defensa; por otra parte, aún en los casos de adultos capaces de sentir empatía, la llantina desasosiega y desconcierta si tiende a mantenerse, ya que resulta muy difícil alcanzar con seguridad el móvil último del desconsuelo, de forma que el llanto duradero puede vivirse como una situación descontrolada. Actualmente sabemos con certeza que el llanto infantil siempre está motivado por alguna causa o causas, bien de raíz física -necesidad de alimento, de sueño, de higiene, etc.-, bien psicológica -necesidad de sentirse querido, acariciado, acompañado, atendido, etc.- o ambas.
En la Baja Edad Media, un niño que llorase mucho y con fuerza podía correr graves riesgos, pues no siempre iba a encontrar una mujer tan compasiva como la madre de Guibert de Nogent. Este autor del siglo XII resalta la beatitud de su madre que aguanta el llanto de un niño que ha adoptado:
El niño molestaba tanto a mi padre y a todos sus sirvientes con la intensidad de su llanto y sus gemidos durante la noche -aunque de día era muy bueno, jugando unos ratos y otros durmiendo-, que cualquiera que durmiera en la misma habitación difícilmente podía conciliar el sueño. He oído decir a las niñeras que tomaba mi madre que, noche tras noche, no podían dejar de mover el sonajero del niño, tan malo era, y no por su culpa, sino por el demonio que tenía en su interior y que las artes de una mujer no lograron sacarle. La santa señora padecía fuertes dolores; en medio de esos agudos chillidos, no había ningún remedio que aliviara su dolor de cabeza... Sin embargo, nunca echó de casa al niño.
         Peor suerte corrió en 1482 el hijo de Miguel Cortés, un niño que lloraba y no callaba, y que murió en La Vilueña, en la casa de sus nodrizos. Todo parece indicar que para Pedro Gallego, el marido de la nodriza, resultaba insufrible el lloro del pequeño, que tal vez había ido a ocupar el lugar y a mamar la leche de un hijo difunto. Antes de la tragedia, todo su afán había sido librarse de la criatura y expulsarla de su hogar .
Estos niños de llanto incesante, que exigían una atención prolongada, que no permitían dormir, se exponían a ser considerados engendros . En el texto de Nogent se dice que el crío no era culpable de su terrible conducta, puesto que ésta era consecuencia de su posesión demoniaca.
Aún más, puede avanzarse otro paso respecto a la posesión, pues existió la creencia bien enraizada y extendida por toda Europa, de que los niños sanos y tranquilos podían ser sustituidos por espíritus malignos que les suplantaban ocupando su lugar y que se caracterizaban por ser criaturas berreantes que no engordaban, aunque cinco mujeres les dieran de mamar. Tanto el Malleus Maleficarum de Sprenger y Krämer de 1487, como los escritos de Lutero se ocupan de estas sustituciones terribles y una de ellas, de la que fue objeto San Esteban cuando niño, se dejaba ver en los retablos bajomedievales que narraban la vida del santo . En una visita pastoral realizada en 1474, en Maluenda, el interrogatorio a los laicos saca a la luz los encantamientos y transgresiones que realizan dos mujeres del pueblo que siembran de tales cosas en las mugeres simples, una de estas vecinas con pocas luces ha sido informada por una de las acusadas que ,su fija le avyan cambiado las broxas .

Algunos autores han visto en los fajamientos apretados que inmovilizaban a las criaturas, a veces cabeza incluida, un medio para obstaculizar el llanto.
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ELEMENTOS PARA UNA HISTORIA DE LA INFANCIA Y
DE LA JUVENTUD A FINALES DE LA EDAD MEDIA
María del Carmen García Herrero
(Universidad de Zaragoza)



 

Las brujas

La bruja no era, en principio, un ser marginado, al menos por lo que respecta a la zona del Mediterráneo, tal y como la ha definido A. García Cárcel (10). Las brujas son personajes cotidianos, en absoluto temidos, a los que gentes procedentes de capas sociales bien distintas recurren a fin de solucionar los más diversos problemas. Se recurre a ellas porque son depositarias de una sabiduría popular que las hace controladoras de la naturaleza y, por tanto, útiles y
efectivas.

La persecución y la caza de brujas que se produjo en toda Europa tuvo en España, en comparación con otros países, porcentajes ínfimos. Se procesaron mujeres por prácticas supersticiosas y brujería, pero la dureza y amplitud del fenómeno no fue comparable a la que se dio en Escocia, Alemania, etcétera.
Las interpretaciones sobre esa caza han sido múltiples. H. Ch. Lea defendió la inexistencia de las brujas aduciendo que eran invento de la propia Inquisición. Trevor-Roper ha visto en la persecución y explosión de violencia contra la brujería una identificación, por parte del poder, de la brujería con lo subversivo.

Desde posturas más antropológicas, Evans Pritchard y J. Caro Baroja han considerado la agresividad desplegada contra la bruja como una forma de válvula de escape de agresividades y tensiones sociales, utilizando a ésta como chivo expiatorio de todos los males de la sociedad. Evidentemente, todas estas interpretaciones, junto con otras, son explicativas del fenómeno, pero en España la poca incidencia, comparativamente hablando, de la caza de brujas hace necesario seguir buscando explicaciones.

Las brujas eran mujeres que podían solventar problemas, y problemas que afectaban directamente a las personas. La necesidad de tentar la suerte, de intentar, de todas las maneras posibles, conseguir lo mejor para uno mismo, hacía que la bruja tuviera siempre una nutrida clientela. El hombre o mujer que recurrió a ella para conseguir curar una enfermedad, conseguir la atención del otro, etcétera, no era consciente de practicar algo que estuviera en contradicción directa con la religión oficial, de hecho se entendía como algo perfectamente compaginable. Así pues, el problema que la brujería supuso en un momento dado no vendría determinado exclusivamente por una competencia directa con la religión oficial. La actitud de los inquisidores respecto a las brujas, hechiceras y otras mujeres que ejercieron prácticas supersticiosas fue de un cierto distanciamiento y escepticismo. A menudo se las veía como personas dominadas por una imaginación enfermiza, que con sus artimañas embaucaban a pobres ignorantes. Quizá el mismo hecho de que fueran mujeres quitó importancia a la consideración que se le dio al problema. La banalidad que caracterizaba a la mujer la hacía incapaz de desarrollar un sistema efectivo de creencias y prácticas pseudorreligiosas.

Es importante también señalar que los medios empleados por las brujas para llevar a cabo su trabajo eran, normalmente, inofensivos. Se mezclaban sistemáticamente elementos que podríamos definir de paganos junto a otros propios del ritual católico. Porque, en definitiva, el catolicismo, con el boato de sus ritos y la expresión dramática de sus prácticas, ¿no tenía también elementos propios del paganismo? Así pues, la brujería recogía, por una parte, tradiciones arcaicas en las que la mujer siempre había estado relacionada con los ritos nocturnos, la magia, la sexualidad, etcétera, y por otra, formas típicas del ritual católico.

A pesar de todo esto, pensamos que, aunque no se considerara a la bruja como un grave peligro, como practicante que era de un hecho que podía ser susceptible de castigo, sí que fue, ante la sabiduría de los libros -sabiduría evidentemente erudita, ortodoxa y masculina-, un personaje molesto, representativo de una cultura más popular, ancestral y mucho más independiente del poder por no emanar directamente de él. Es lógico, pues, que en un momento en que se está produciendo una lucha contra todo lo opuesto a la ortodoxia, la bruja también se transforme en un peligro.

En el caso de España, el intento de homogeneizar el país es obvio; tanto desde el punto de vista político-institucional como desde el punto de vista religioso se tenderá a una unificación de los elementos más diversos.

La bruja, sin ser una mujer del todo marginal, a partir de una coyuntura histórica concreta, se convertirá en incómoda para el poder, integrándola éste en el proceso de unificación que se está conformando.

Sin ver en la brujería y en su represión una lucha de sexos, ni ver a las brujas como unas feministas avant la lettre, sí que percibimos una cierta influencia del factor sexo en lo que respecta al tratamiento recibido por éstas.

La brujería fue protagonizada esencialmente por mujeres, fue una forma de manifestación específica, propia de personas que conocían un mundo no tan pragmático y racional como el de los hombres. En este sentido sí que se podía vislumbrar un conflicto de intereses.

Si los inquisidores supuestamente menospreciaron las actividades brujeriles y supersticiosas, por ser mujeres sus practicantes, ¿por qué la Iglesia intentó integrar en su código algunas manifestaciones e incluso a protagonistas de estas prácticas consideradas punibles? ¿No sería que ese menosprecio hacia ellas y a la vez ese aceptarlas eran expresión de un temor no asumido y, por ello, más recóndito y menos confesable?
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MARGINACIÓN FEMENINA, pícaras, delincuentes, prostitutas y brujas.-
VILARDELL CRISOL


 

Mujeres delincuentes

La tipología del delito femenino no varía demasiado del masculino. La Inquisición procesa a judías, moriscas y protestantes, siempre en niveles inferiores a sus homólogos masculinos. El protagonismo de las mujeres lo hallaremos en delitos de brujería, prácticas supersticiosas y heréticas, sin que sean monopolio exclusivo de ellas. La otra variante ante el delito radica en el trato diferencial que se otorgará en los tribunales en función del sexo, teniend...o gran condescendencia con las mujeres, hecho que se explicaría por el cómo se las entendía. Un delito no merece el mismo castigo según lo cometa un hombre o una mujer, ya que esta última es depositaria de una inferioridad intelectual (por naturaleza y esencia) que la hace rayar la irracionalidad. Mientras, el hombre se considera un ser mucho más consciente de sus actos e ideas.

Es importante señalar que si los hombres cometieron muchos delitos por problemas de subsistencia, debido al pauperismo que afectaba a gran parte de la población en años de malas cosechas, pestes o guerras; o por problemas de inadaptación, agresividad contenida, etcétera, las mujeres practicaron también actividades igualmente delictivas: prostitución, alcahuetería... No obstante, la rentabilidad que supuso el ejercicio de la primera para los hombres e instituciones hizo que se permitiera, protegiera y potenciara.

La interacción entre el acto delictivo y la desesperada situación de amplios sectores de la sociedad es innegable. Buena muestra de ello la tenemos en los datos aportados por T. Ibars (7) para la ciudad de Lérida:

Años 1604-1605 1688-1689

Robos de comida, trigo y leña 29,5 5,8
Otros robos 12,1 5,8
Agresiones físicas 26,1 46,1
Delitos contra la moral 15,1 12,7


El descenso que se produce en la actividad delictiva, exceptuando las agresiones físicas, se explicaría no por una mejora en el nivel de vida de la población, sino por un mayor control represivo de ésta. La respuesta -aumento de la agresividad- sería una manifestación más de la conflictividad social y de las implicaciones de clase que tenía la delincuencia.

Para concluir diremos que la mujer no participó prácticamente en este tipo de delitos, pero en contrapartida fue una gran pecadora, llegando a convertirse en la misma encarnación del pecado.

Las mujeres marginadas no fueron el principal objetivo de los tribunales de la Inquisición; al contrario, se procesaron básicamente mujeres de clase media y con cierto nivel cultural. Así, mientras se juzgaba a las que ideológicamente podían suponer un peligro para la ortodoxia, otras instituciones se dedicaban a la explotación de las llamadas marginales, o a su control por medio de distintos mecanismos represivos. La prostitución, delito monopolizado por la mujer, no era juzgado en los tribunales. Lo era en la calle, a la vez que consentido y reconvertido servía para tener un mayor control de la población y, evidentemente, de la propia mujer.
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MARGINACIÓN FEMENINA, pícaras, delincuentes, prostitutas y brujas.-
VILARDELL CRISOL.