Todos conocemos los amores secretos entre Galdós y La Pardo Bazán, pero lo que no todos conocen es lo que un día ocurrió en el Ateneo de Madrid. Y esto fue así: estando Galdós en el Ateneo, en la Biblioteca situada en la parte superior, bajaba las escaleras para dirigirse a la planta baja, donde estaba La Pardo Bazán sentada en una silla hablando con una amiga. Ya los dos llevaban muchos años sin hablarse, fruto de un enfado. Cuando La Pardo Bazán lo vio bajar por las escaleras, ciego, apoyado en su bastón le dijo a su amiga :
- Mira, por allí baja el viejo chocho.
Galdós, que lo oyó, puesto que no estaba sordo, aunque sí ciego, se puso derecho, ya que tenía algo de chepa, y dijo en alta voz, para que La Pardo Bazán lo escuchase, señalándola con el dedo:
- Mirad, mirad, ahí está la chocho viejo.
(No puedo dejar de reír cuando recuerdo esta anécdota)
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