Babieca fue el caballo del Cid campeador durante el siglo XI en la época de la Reconquista Cristiana.
Aunque su raza no está clara, algunos investigadores, valiéndose de numerosas fuentes textuales, dicen que se trataba de un caballo andaluz blanco. Otros, sin embargo, creen que era de origén leonés, concretamente de la comarca de Babia (de ahí su nombre Babieca). Otras fuentes citan que tal nombre le viene por ser un ejemplar de mal porte, feo en apariencia, ya que “Babieca” es una antigua expresión de la Edad Media que en español significaba “feo, tonto o soso”.
Este caballo le fue regalado por el rey Alfonso VI de León y Castilla como recompensa a sus servicios. Dicen algunos textos que al elegir a ese caballo, su tío exclamó ¡Babieca! y le pidió que eligiera otro caballo de sus establos. Sin embargo, el Cid le puso ese nombre, y se quedó con él, pues consideraba que a pesar de no ser un caballo vistoso, valía más que los hermosos caballos que estaban en la cuadra.
Realmente, la procedencia de Babieca no está clara, de hecho, José Amador de los Ríos da una versión diferente a la del cantar. Según él, fue el padrino del Cid quien le ofreció que escogiera un potro de sus yeguas francesas; y al ser el elejido un ejemplar feo y sarnoso, le increpó:”Mal escogiste bavieca!”; a lo que Rodrigo respondió: “Babieca se llamará y será buen caballo”. Bien le entrenó que aún sin riendas le gobernaba y enderezaba donde quería. También le impuso a que no se detuviese en la carrera cuando descargaba el golpe contra los moros y que fuera su leal compañero el resto de sus días. Sin embargo, si nos atemos a lo escrito en el Cantar encontramos varios términos que podrían apostar por su procedencia sevillana; Pablo Gredilla interpreta “caballo corredor” con procedencia árabe, teoría apoyada desde el Carmen Campidoctoris, que es un poema escrito el latín , coetáneo al Cid, y aporta datos sobre su vida: “corre más que el viento y salta mejor que un venado”. Pero también aparece el término “caballo grueso y corredor”, características que solo reúne el español, que sería el actual andaluz, de airoso andar y potente empuje. La verdad podría encontrarse en el equilibrio entre ambas, es decir, Babieca tendría sangre árabe y española ; esto sería posible ya que en siglos anterióres se habían exportado ejemplares de genética española/andaluza al norte de África como elemento mejorante y ya en la época del Campeador, el resultado no se distinguía de las sangres puras. La vida literaria de Babieca comienza así:
Por nombre el cavallo Bavieca cabalga,
Fizo una corrida, ésta fo tan estraña,
Quando ovo corrido, todos se maravillavan;
Des día se preçió Bavieca en quant grant fo España. -versos 1588 a 1591-
Según la leyenda, fue el caballo sobre el que la esposa de El Cid montó el cadáver de éste para hacer creer a sus enemigos que seguía vivo. Después, Babieca no volvió a ser montado y murió dos años más tarde a la inusual edad de 40 años, según las fuentes.
Fue enterrado en algún lugar del Monasterio de San Pedro de Cardeña, a 10 km de Burgos, cercano a la localidad de Castrillo del Val sin encontrarse aún sus restos mortales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario