domingo, 7 de agosto de 2016



Algunos apuntes sobre la poesía de cancionero de Petrarca 


Sergio González Moreno
Filólogo Hispánico
Universidad Complutense 


 Los autores españoles desde la Baja Edad Media le deben mucho a Francesco Petrarca. Sólo tenemos que echar un vistazo unos siglos más atrás para darnos cuenta  de que en la literatura española el tema del amor humano estaba mal visto por los filósofos, los teólogos o los médicos.  
Los escritores medievales españoles teorizaron  y escribieron obras literarias sobre el amor humano, pero siempre bajo un punto de mira crítico y condenatorio. Un ejemplo claro lo tenemos, por ejemplo, en el autor de El Corbacho , don Alfonso Martínez de Toledo (siglo XV). Don Alfonso, teólogo, escribe esta obra desde una perspectiva misógina y condenatoria hacia la mujer medieval, causante de todos los males que tiene la sociedad y el hombre. También sirva de ejemplo Cárcel de amor de Diego de San Pedro (siglo XV), aunque esta última obra literaria es un poco más laxa que la anterior en cuanto a críticas misóginas se refiere. Laureola es la causante de la locura de Leriano, quien acabó suicidándose tras los reiterados rechazos de Laureola. 

Me he servido de estos dos ejemplos literarios para defender la idea de que el amor carnal era pecaminoso y enfermizo [algunos médicos medievales sostenían que era <<inflamación del celebro>>].

Entonces, ¿cuál era el verdadero amor? El verdadero amor para el hombre y la teología medievales era Dios. El ser humano ha nacido para rendirle tributo a Dios, temeroso del Infierno. Todos los actos humanos han de estar encaminados a Dios y a la conservación del alma: don Juan Manuel, Fernando de Rojas, AlfonsoMartínez de Toledo, Gonzalo de Berceo, etc.

Paralelamente, en Italia encontramos un autor que revolucionaría el panorama literario italiano y europeo. Se trata de Francesco Petarca (Arezzo, 1304), humanista, poeta, y enamoradizo.  Petrarca, bajo el ideal de poeta enamorado y obsesivo medieval y renacentista, expresa mediante sonetos (en su mayoría) y canciones el amor que siente por Laura. Se trata de un amor verdadero, doloroso y contradictorio; de hecho, podríamos ver aquí los orígenes de la contradicción barroca - pero aún hay que estudiarlo más a fondo-. 

Gracias al poeta italiano los autores españoles se apoderaron del soneto para expresar sus sentimientos amorosos. La novedad está en el siglo XVI - momento en que los autores españoles acogieron el soneto- porque se escribe en metros italianos el amor carnal, pero también el amor divino: San Juan de la Cruz o Fray Luis de León, por ejemplo.
La novedad reside ahora en la expresión de un amor sublime tanto a Dios como a un ser humano, pero bajo el influjo de Petrarca. San Juan de la Cruz leyó los sonetos y las canciones de Petrarca, pero convirtió todo ese material amoroso en material religioso: ahora Petrarca canta al amor divino.


Todos los poetas hispánicos y latinoamericanos que han escrito o han hecho teoría del amor en sus versos han leído a Petrarca: Garcilaso de la Vega, el marqués de Santillana, Juan de Mena, Cadalso, Neruda, Cernuda, Hernández, Lorca, Alberti...

No debemos pensar que sólo Petrarca reside en los versos de los poetas posteriores, sino que también en la prosa. No es escandaloso cuando analizamos una obra literaria, en prosa o verso, decir que el autor tiene influencia de Petrarca y que lo ha leído; puesto que gracias a Petrarca, la concepción del amor humano es la que tenemos hoy en el siglo XXI.
Es, además, el primer poeta que hace evolucionar el tratamiento del amor en la literatura y en el arte en general. No olvidemos a Petrarca siempre que tratemos de hablar o analizar el amor en cualquier obra literaria de cualquier autor europeo posterior al siglo XIV - XV.


Crean ustedes si les digo que posiblemente sea Petrarca el primer autor europeo que cambia el paradigma literario y abre una nueva perspectiva de análisis, que muchas veces los especialistas dejamos de lado. 







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